
El pasado jueves 15 de mayo, el Teatro San Nicolás fue el escenario donde se presentó “India y su escudo”: una obra teatral y musical que se destacó por mucho más que su propuesta artística, ya que fue recientemente declarada de interés municipal por el Honorable Concejo Deliberante de San Nicolás. Esta distinción, votada por unanimidad en la sesión del 8 de mayo, refleja el compromiso institucional con una obra que promueve valores esenciales como la empatía, la inclusión y la visibilidad de la celiaquía en el ámbito educativo.
Esta declaración no solo reconoce el valor pedagógico y cultural de la obra, sino que también respalda activamente aquellas iniciativas que buscan dejar huella en la comunidad desde un enfoque artístico y sensible. La decisión del Concejo convierte a la obra en un símbolo local del teatro como herramienta de transformación social.

Lejos de discursos técnicos o campañas impersonales, esta propuesta educativa eligió hablar en el idioma más genuino de la infancia: la dramatización, la lectura y el juego. A través de estos recursos, la obra estuvo dirigida, principalmente, a los más pequeños, pero terminó interpelando a grandes y chicos por igual, abordando con sensibilidad temas como la empatía, la comprensión y el respeto a las diferencias.
La celiaquía, esa condición de salud muchas veces silenciada en el ámbito escolar, cobró protagonismo en escena. “India y su escudo” hizo más que visibilizar esta realidad; también entregó herramientas concretas para convivir con ella, sembrando valores de inclusión y solidaridad desde la primera infancia.
La obra fue impulsada por Cuentos de la India, Nunca Jamás Producciones, MYT Producciones, y por la talentosa cantautora y compositora de canciones infantiles Elilu, quien fue galardonada en 2024 con el Premio Mercedes Sosa al “Mejor Álbum Infantil”. Su sello musical y emocional se sintió en cada canción, llenando la sala de ternura y profundidad.
Organizada por la Secretaría de Salud municipal a través del área de nutrición, la actividad se enmarcó en el Día Internacional de la Celiaquía, que se conmemora cada 5 de mayo. Pero en San Nicolás, esa fecha adquirió vida propia sobre el escenario.
Con funciones a las 9:30 y a las 14:30, el teatro se llenó de risas, preguntas y silencios atentos. La obra no fue simplemente un espectáculo: fue una invitación a mirar con otros ojos, a jugar con empatía y a construir escuelas más amables. Porque cuando el teatro educa, emociona y deja huella, volviéndose imprescindible.
Escrito por: Rivero, Joshua