Todos los 27 de septiembre, desde 1990, Argentina conmemora el Día Nacional de los Derechos del Niño y del Adolescente, una fecha que rinde homenaje a la sanción de la Ley N° 23.849. Sin embargo, esta ley no solo estableció una fecha para conmemorar, sino que marcó un antes y un después en la concepción de la niñez y la adolescencia en nuestro país. La incorporación de la Convención sobre los Derechos del Niño a nuestro ordenamiento jurídico implicó un compromiso del Estado argentino de garantizar los derechos de todos los jóvenes, sin distinción alguna.
Para celebrar este día, se organizan diversas actividades a lo largo y ancho del país, como ferias, talleres, espectáculos artísticos y campañas de concientización, con el objetivo de visibilizar sus derechos y promover su cumplimiento.
La educación es uno de los derechos fundamentales más reconocidos en esta convención, siendo sumamente esencial para el correcto desarrollo de las personas. A través de la ella, los niños y adolescentes adquieren los conocimientos, habilidades y valores necesarios para participar activamente en la sociedad y construir un futuro mejor, tanto para sí mismos como para los demás.
Los derechos de estas futuras generaciones no son solo una cuestión individual, mas un asunto de interés público. El respeto y la protección de estos derechos contribuyen a la construcción de sociedades más justas, equitativas y solidarias. Al garantizar que todos los niños y adolescentes tengan las mismas oportunidades, estamos invirtiendo en el futuro de nuestro país.
Este día es una oportunidad para reflexionar sobre los avances logrados y los desafíos pendientes en materia de protección de los derechos de la niñez. La educación, como derecho humano fundamental, desempeña un papel crucial en este proceso. Al garantizar el acceso a una educación de calidad para todos los niños y adolescentes, estamos construyendo un futuro más promisorio para nuestro país y para el mundo entero.
Escrito por: Petacci Rafaela