Emilia Pérez: ¿La futura ganadora del Oscar a mejor película?

El próximo domingo se llevará a cabo la 97° edición de los Premios de la Academia (Oscars), con una película que se llevará todos los flashes de la jornada, el “narco-musical” hablado casi en su totalidad en español, que está ambientada en el México actual, casi sin actores mexicanos (fuera de los extras y de una de las actrices de reparto), pero que representará a Francia en los premios (la globalización materializada en un producto cinematográfico).

Su director, el francés Jacques Audiard, provocador profesional por excelencia, cuyo talento es totalmente proporcional a su genialidad, nos trae esta película que es imposible de dejar indiferentes a quienes la miren. Vas a odiarla o vas a amarla, la vas a terminar y decir que es un insulto a México y Latinoamérica. Quizás ni la termines de ver porque te pareció un bodrio, o quizás vas a ser de aquellas personas con un poco de criterio y, por lo menos, vas a saber que viste una buena producción.

Vamos con algunos pequeños datos de color antes de pasar al plato fuerte, es decir, mis críticas lapidarias a los ignorantes que consideran a Emilia Pérez una mala película, homofóbica, y/o un insulto a Latinoamérica (¿Desde cuándo un “insulto” a un solo país iberoamericano tendría que ser considerado un insulto a todo un bloque de países que compartimos culturas similares? Me parece una tontería).

Dato de color: en el año 2010, una de las películas de Jacques Audiard, Un Profeta (lo que tenía de buena película lo tenía de soporífera, pesada, y lenta –una cosa no tiene que quitarle nada a la otra, en lo personal soy un amante de las películas pesadas y lentas-) perdió en la prestigiosa categoría de Mejor Película de habla no inglesa (reconvertida en Mejor Película Extranjera), con una de las mejores películas argentinas de todos los tiempos, con nada más y nada menos que con El Secreto de sus Ojos (me pongo de pie y aplaudo, quien no haya visto esta película no puede considerarse argentino). Tal victoria significó nuestro segundo Oscar en la categoría, sellando para siempre que las producciones cinematográficas de nuestro país son exponencialmente, como también sin lugar a ningún tipo de dudas, las mejores de toda Latinoamérica (opinión totalmente objetiva de quien escribe este artículo, porque así lo considera, y que en caso de ser necesario lo demostrará en otro artículo).

Otro dato de color y último: Emilia Pérez se transformó en la película extranjera de lengua no inglesa (hablada en español) con la mayor cantidad de nominaciones (13), superando por número a prestigiosas y grandes producciones como:

– El Tigre y el Dragón (del año 2000, dirigida por el increíble, y ya legendario, director taiwanés, Ang Lee, hablada en chino mandarín –esta es una de las películas que más influyeron en mis gustos cinematográficos-).

– Roma (del año 2018, película mexicana, dirigida por el director, de la misma nacionalidad, Alfonso Cuarón, hablada en español –si filmás una película en blanco y negro en la actualidad, merecés entrar al Olimpo de los grandes directores y películas-).

Sin más preámbulos, ahora sí, el plato fuerte: todos los motivos por los cuales Emilia Pérez es una gran película, justamente atacando los planos que la consideran una película pésima. Para tal fin, tomé un video de WatchMojo Español, canal que suelo ver para entretenerme con el material que suben, que muchas veces suele ser bastante bueno, pero que en esta oportunidad me dio risa por la falta de objetividad utilizada y por los pésimos comentarios escritos, atacando a la película. Tal video fue subido el 16 de enero y titulado: ¡Razones por las que EMILIA PÉREZ se Ganó el ODIO de Todos!

Una de las primeras críticas considera que la película es una representación alejada de la realidad de México. ¿Acaso no vemos cómo todo el tiempo se producen películas y series que vanaglorian la temática de los narcotraficantes? Muchas de las mismas son producciones mexicanas, y otras producciones internacionales con elencos que cuentan con una gran cantidad de mexicanos que después pueden dar el salto grande a las pantallas de las producciones de Estados Unidos (quizás para seguir haciendo de narcos, o de “latinos”). ¿Quizás habrá molestado eso? Quizás molestó la falta de mexicanos que tuvieran la oportunidad de saltar al mainstream “gringo”, o quizás solo faltó que un hombre estuviese en la película como protagonista para que no existiese tanto alboroto. Quién sabe. Lo hecho, hecho está, y no vamos a acusar a nadie de ser machistas en este artículo. Obvio que no, jamás vamos a hacer eso.

Qué bueno que se pongan a hablar de cosas “irreales” que suceden en la película, como también que consideren que a los latinoamericanos nos molesta que una persona de un país extranjero haga de alguien de nuestra nacionalidad (en Argentina también tenemos casos así, como el ejemplo del musical de Evita, en el cual ni siquiera hablan español). Personalmente me molesta más que no podamos hacer superproducciones que nos dejen bien parados en el mundo, o en todo caso me molestaría con mi país por no hablar sobre cosas tan importantes como la desaparición forzada de personas, pero por suerte en Argentina jamás vamos a tener ese problema, porque a cada generación le mostramos a nuestros ciudadanos, y al mundo, que la violencia pasó, pasa, y va a seguir pasando, lamentablemente, en nuestra amada patria. Si alguien de un país extranjero quiere venir a retratarla, será más que bienvenido, pero va a llegar tarde. Porque ideas, valentía, y gran talento cinematográfico, siempre nos sobraron a los argentinos.

“Un musical pobremente ejecutado que habla frívolamente sobre los desaparecidos en un país cuyo número superó los 120.000 en el 2024”. Leer esto que acabo de escribir, pero más que nada haber escuchado esta tontería, sumándole la justificación de que la película de Wicked es mejor musical (objetivamente, en lo que refiere a un musical propiamente dicho, esto es una realidad, pero no se está juzgando eso) da risa.

“Si hay una forma de abordar un tema así de importante, definitivamente no es con un musical, al menos no ejecutado así”. ¿Acaso los musicales son poco serios, entonces? ¿Cuál sería la forma de abordar un tema tan serio sobre la temática? ¿Es que el camino de transición de Emilia para convertirse en mujer, pero, aún más importante, el camino que tomó para redimirse de los pecados que cometió cuando fue narcotraficante, no son serios? La historia de Emilia Pérez nos muestra cómo las transiciones no son fáciles, más aún si sos una mujer en una sociedad machista y patriarcal. Las 3 protagonistas deben luchar no solo contra la sociedad, sino también contra sí mismas y contra sus propios deseos. Por un lado, un narcotraficante que deseó toda su vida ser mujer, pero que la vida le llevó por el lado del crimen organizado para llegar a ser una figura pública nacional. Por el otro, una abogada humilde, trabajadora y preta (negra), que tiene que conformarse con ganar miserias mientras otros hombres obtienen los flashes de los medios, y gracias a casos rutilantes, como el del principio de la película (gracias a su trabajo un femicida consigue la libertad). Y por último, pero no menos importante, la esposa trofeo, que deberá vivir siempre bajo la sombra de su marido, inclusive muerto, y que debe anular por completo sus deseos como mujer, siendo juzgada como mala madre si prefiere no atender las demandas que sus hijos ya tienen cubiertas gracias al dinero de su difunto esposo.

Por el final, el video trata de irrespetuosos al director y a la película por no haber abordado de manera seria la temática de los desaparecidos en México, por no haber investigado más y, nuevamente, nos mete en la misma bolsa a todos los latinoamericanos sobre que estamos indignados con esta película. La realidad de esta producción muestra todo lo contrario, y me gustaría que quienes tenemos un poco de criterio en este subcontinente (tan golpeado por la violencia), no seamos metidos en una misma bolsa. Nuevamente, hago énfasis en el camino de redención de Emilia, en esa transición no solo sexual y genital, sino también espiritual. El ver tantas mujeres organizadas para llevar adelante el plan más ambicioso de la historia de México en relación a la recuperación de cuerpos de desaparecidos me hizo pensar: ¿Esto pasó realmente? Hay que tener mucho coraje para salir a pedir por tus desaparecidos, y en Argentina sabemos de eso, más que nada las mujeres, como también lo muestra esta película. Para algunos pareciera que las mujeres organizadas para reclamar a sus hijos, esposos, familiares, etc., solamente se puede ver en ficción, pero en Argentina no fue ficción, y lo vivimos hasta el día de hoy.

Para finalizar, y para ser totalmente sincero, pensé que esta película no iba a ser para nada buena. Pensé que iba a ser un delirio más de un director europeo que un par de ricachones en Hollywood iban a aplaudir para lavar culpas, pero me terminé encontrando con una película que se abre al deseo y la redención, que se pasa por las partes nobles a los corruptos del mundo, y que se apropia de todo lo que haya que apropiarse de las producciones inspiradas sobre México.

Salud, Emilia Pérez. Lo hiciste increíble, no le debés nada a nadie.

Escrito por: Russo, Matías