Si hablamos de cometas, seguramente el primero que se nos venga a la cabeza será el cometa Halley, el cual completa una órbita alrededor del Sol en 75 años, y por tanto lo vemos una vez cada ese mismo lapso –para los interesados, la próxima vez que podremos verlo será en el año 2061-.
Sin embargo, sacando la popularidad de algunos cometas, la realidad es que existen muchísimos de estos objetos celestes, los cuales tienen su origen en la Nube de Oort –zona más externa del Sistema Solar, formado por rocas frías de poco tamaño- y orbitan al Sol con distintos períodos orbitales. Al mismo tiempo, constantemente se descubren nuevos cometas y el número conocido de ellos aumenta de manera exporencial.
Ese fue el caso del cometa C/2022 E3 (ZTF) en marzo del año anterior, descubierto por el observatorio Zwicky Transient Facility –de ahí vienen las siglas que componen el nombre del cometa- y, tras algunas observaciones y cálculos por parte del observatorio ubicado en California y la NASA, descubrieron que su período orbital es de 50,000 años.
El cometa fue avistado en ese momento a una distancia de 640 millones de kilómetros de nosotros, a la altura de la órbita de Júpiter. Viendo su dirección de movimiento y su velocidad, no solo calcularon cuánto tiempo tarda en completar una órbita, sino también que sería posible observarlo a inicios del proximo año, en 2023.
Su perihelio –parte de la órbita del cometa más cerana al Sol- fue el reciente 12 de enero. Luego de este, el cometa comenzará a alejarse del astro central para volver a los confines del Sistema Solar. En este camino, el 2 de febrero será el punto en su órbita más cercano a la Tierra, a unos 42 millones de kilómetros.
Para los que quieran observar este cometa, deberán saber que es posible mirarlo a fines de enero y principios de febrero. Para los ubicados en el hemisferio sur, será mejor observarlo a partir del 4 de febrero, en donde estará sobre nuestro horizonte y con mayor luminosidad. Estará en dirección norte y, aunque recomiendan utilizar telescopios o binoculares para observarlo, en cielos oscuros será posible ubicarlo a simple vista. No olvidemos que los cometas poseen una cola luminosa atrás de ellos. Teniendo eso en cuenta, son fáciles de detectar.
La última vez que el cometa C/2022 E3 (ZTF) visitó la Tierra fue en la última glaciación, cuando el Homo Sapiens se expandía por los continentes. Al ser la primera observación técnica del mismo, será una gran oportunidad para los centros de investigacion de obtener más información de nuestro visitante.
Por: Santiago Dorsch