Un paso por la historia del despertar

Hay que simplemente pensar en el paso del tiempo; observar datos históricos, e incluso redes sociales, para darnos cuenta de los cambios que nuestra sociedad ha sufrido con los distintos eventos ocurridos, ya sean positivos o negativos, en general, relacionados a la cultura, con todo lo que ella implica. Esto incluye, las formas de relacionarnos.

Es por ello que surgen, además, luchas o debates, que nacen en diversos grupos sociales y por los cuales estos deciden movilizarse, porque comparten un objetivo. Este podría ser, tal vez, el que su contraparte comprenda su lucha, y la importancia que podría tener un cambio de pensamiento; un cambio en alguna parte de la cultura, que permita un mundo con mayor equidad.

Es bajo este paradigma que surge el concepto de wokismo, en E.E.U.U.

Fue a partir de las injusticias sociales/raciales que, cerca del año 1940, tomó relevancia el término.

Se denominó así, “woke”, al despertar de dichas injusticias, significando así el inicio de una ideología que apuntaba a la lucha racial, buscando justicia. Fue tal la influencia que, en el año 1962, Melvin Kelley, un escritor novelista, realizó una serie de artículos denominados “el origen el woke”, los cuales tuvieron tanta repercusión que este fue y es considerado uno de los activistas e impulsores de la época.

Posteriormente, en el año 2017, el diccionario de Oxford tomó el término y agregó la acepción de “estar consciente de temas sociales y políticos”. Desde entonces, quienes se jactan de ser “woke” se definen como tal: “estar conscientes de injusticias sociales y políticas”. Esto generó, desde entonces, una lucha ideológica, porque existen otros individuos o grupos sociales que lo definen como un insulto, debido a que fomentaría la división social, los deseos de una minoría, siendo un atentado contra la libertad de expresión y los valores, ya que estos se definen superiores moralmente y quieren imponer sus ideas progresistas sobre el resto.

Este término tuvo y tiene tal relevancia que es motivo de debates políticos y económicos, donde representantes de Estado llegaron a definirlo como “fascismo de izquierda”, “la definición pura del totalitarismo”, y hasta empresas llegaron a ser atacadas y criticadas por publicidades que criticaban el comportamiento masculino relacionadas al bullying, acoso sexual  y sexismo, generando así comentarios tanto positivos como negativos. Otra de las empresas afectadas y criticadas fue Disney, por sus producciones de películas y series que promueven la inclusión. Ambas, señaladas con ideología “woke”.

Esta expresión resultó ser motivo de debate y controversia en distintos grupos sociales, pues la ideología “el despertar” puede hallarse en cualquier rubro, y no puede darse sin más que debatir. Buscando ser escuchados, movilizarse con un objetivo. Allí, radica el verdadero despertar.

Escrito por: Lobaiza, Lourdes