
El panorama del transporte público en Argentina experimenta una vez más transformaciones que afectan directamente a la economía y calidad de vida de los ciudadanos. La reciente actualización de la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA) revela que San Nicolás ha alcanzado un indeseado puesto en el Top 3 de las ciudades con los boletos de colectivo más caros del país. Este logro, que podría parecer un honor en otras circunstancias, se torna irónico al considerar el impacto negativo que tiene en los bolsillos de los nicoleños.
Con una tarifa mínima de $690, San Nicolás se ubica justo detrás de Ushuaia (Tierra del Fuego), con $800, y Córdoba capital, con $700. Comparte su posición con Formosa capital, que también ostenta un boleto mínimo de $690. Este cambio drástico contrasta con la realidad de principios de febrero, cuando San Nicolás ocupaba el puesto 31 en la lista, con un boleto mínimo de $266.
El aumento del boleto de colectivo de $266 a $690 ha generado un revuelo en la comunidad nicoleña. Este incremento exorbitante impacta directamente en la vida cotidiana de los habitantes, quienes se ven obligados a destinar una porción significativa de sus ingresos al transporte público. La situación se agrava aún más cuando se compara con otras ciudades del país, evidenciando la disparidad en las tarifas y generando un malestar generalizado entre los usuarios.

La comparativa a nivel nacional revela transformaciones significativas en las tarifas de colectivos. Incluso el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), históricamente conocida por sus tarifas más económicas, presenta ahora una tarifa mínima de $270, superando a ciudades como Olavarría ($261) o Ramallo ($260). En este contexto, San Nicolás se encuentra en una situación preocupante que afecta tanto a residentes como a visitantes.
El impacto económico y social se refleja no solo en el aumento del costo del boleto, sino también en la disminución de la venta de boletos y la producción de kilómetros colectivos en el AMBA, según los informes de la AAETA. Durante la segunda quincena de febrero de 2024, se registró una disminución del 9% en la venta de boletos en comparación con el año anterior, y la producción de kilómetros colectivos también experimentó una reducción significativa.
La incertidumbre sobre la probabilidad de que estas tarifas cambien en el futuro genera preocupación entre los nicoleños. La accesibilidad al transporte público se convierte en un desafío, afectando la movilidad y la calidad de vida de la población. La pregunta que queda en el aire es si estas tarifas desproporcionadas son sostenibles a largo plazo y si se buscará un equilibrio entre la accesibilidad al transporte público y la estabilidad económica del sistema.

En resumen, el irónico «honor» de San Nicolás en el Top 3 de las tarifas de colectivos más caras del país refleja una realidad preocupante que exige atención y acción por parte de las autoridades pertinentes. Los nicoleños, al igual que tantos otros ciudadanos en Argentina, anhelan un sistema de transporte público accesible y justo, donde los costos no sean una barrera para la movilidad y el bienestar de la comunidad.
Escrito por: Torrens Màximo