Es de público conocimiento que en la industria alimenticia se emplean una enorme variedad de productos que resultan perjudiciales para nuestra salud. Uno de ellos, tal vez el más conocido dentro del campo de la agricultura, es el glifosato -o Roundup, su nombre comercial-.
Este producto, utilizado para eliminar plantas ajenas -o, mejor dicho, naturales- de las plantaciones dedicadas al comercio alimenticio, tiene serias consecuencias en la salud al ser consumido o inhalado. Sus efectos van desde originar mielomas múltiples hasta desencadenar distintos tipos de cáncer.
Dado que su utilización se encuentra intrínseca a la producción agrícola, cuesta encontrar soluciones que permitan tener un impacto a favor de la salud de los consumidores. El uso de este herbicida se encuentra controlado en distintas regiones del mundo. En otras, tal como en nuestro país, no hay ningún marco legal que lo regularice. ¿Qué se puede hacer en esta situación?
Aunque no podamos detener o aminorar su uso, tal vez podríamos medirlo; cuantificar su presencia en los alimentos que consumimos, entendiendo un poco mejor qué es lo que en realidad comemos y, en la perspectiva de los productores, poder visualizar de forma más precisa la calidad sanitaria de sus productos.
En este contexto, un grupo de investigadores de la Universidad Nacional de Santiago del Estero (UNSE) se encuentra desarrollando un test de glifosato basado en una enzima que permite crear un test colorímetro -el cual cambia de color en presencia de este herbicida-.
Orientado a ingenieros agrónomos y productores agrícolas, este test permitirá medir la cantidad de glifosato en cualquier compuesto que contenga agua. Esto abarca la miel, jugos de fruta, vino, el suelo y hasta el agua misma.
Si bien no es un invento novedoso, puesto que ya existen este tipo de test en el mercado internacional, la posible salida al mercado de este permitiría precios más bajos para los productores nacionales, generando una mayor accesibilidad al test como consecuencia.
El proyecto se encuentra a un 70% de avance. Aún se necesita establecer la cantidad mínima de glifosato por el cual el test colorímetro se active. A pesar de esto, el trabajo de desarrollo se encuentra notablemente avanzado.
Escrito por: Dorsch, Santiago