La incertidumbre sobre la acumulación de reservas sigue desvelando a los actores económicos. Esta preocupación surge debido a que el Gobierno ha pasado de sostener un discurso en el que la acumulación de dólares era uno de los pilares fundamentales de su plan de estabilización a cambiar repentinamente de opinión, afirmando ahora que la compra de reservas no es su principal objetivo en el corto y mediano plazo. Para identificar por qué es importante la acumulación de divisas para una economía, vamos a contar una breve historia.
Allá, por la década del 60, se debatía entre los economistas sobre cuál era el nivel óptimo de reservas internacionales que debía tener un país en su banco central. Mientras se propiciaba ese debate, un economista austríaco, llamado Fritz Machlup, discípulo de Von Mises (uno de los ídolos del presidente), propuso que la acumulación de reservas por parte de los bancos centrales era similar a la lógica que tenía su esposa de acumular enormes cantidades de ropa en su ropero. Cuando él le preguntaba por qué lo hacía, ella le respondió: “Por las dudas y para no quedarnos atrás de los vecinos en la moda”. Luego de esa respuesta y un arduo estudio, Machlup concluyó que los bancos centrales (el ropero de su esposa) acumulaban esas cantidades exorbitantes de reservas (ropa) porque todos lo hacían y, al hacerlo, su economía se volvía estable, próspera y predecible.
Ya contada esta breve historia, analicemos la coyuntura actual y el por qué de la necesidad de Argentina de acumular reservas urgentemente.
Antes de comenzar con la explicación, vamos a definir qué es el riesgo país: el riesgo país es la tasa interna de retorno (TIR) que pagan los bonos de un país en comparación con los bonos de Estados Unidos. Mientras más baja sea esta tasa, menos riesgo país habrá.
Si miramos a los países de la región, veremos que hay varias coincidencias entre los que tienen muchas reservas y varias otras entre los que tienen muy pocas:
Grafico de @AmilcarCollante
En principio, los países con muchas reservas tienen un riesgo país muy bajo, al contrario de los países con pocas reservas, en los que ese indicador es astronómicamente más elevado. Por ende, concluimos que, si el Gobierno quiere bajar el riesgo país en el corto y mediano plazo, debería dar alguna señal de que la acumulación de reservas comenzará a tener una relevancia central en el desarrollo de su plan, para así despejar las dudas de los jugadores económicos y propiciar una recuperación de credibilidad y confianza más profunda de la que ya se hizo. Ahora bien, ¿qué es lo que se necesita para disminuir este indicador que tanto alarma a la sociedad?
Desde nuestro punto de vista, el Gobierno entiende perfectamente que la acumulación de reservas es fundamental para estabilizar el ciclo económico, pero creemos que han priorizado la desinflación por sobre la acumulación de dólares y la salida del cepo, ya que buscan sostener el apoyo social de más del 50% que poseen. Por lo tanto, se enfocan en mostrar una baja abrupta del índice de precios que, aunque no sea del todo genuina debido a que la economía sigue teniendo cepo (esto aún tapa algunos desajustes), continúa sosteniendo el apoyo de la mayoría de la población y le da tiempo a Caputo para intentar cerrar algún acuerdo de entrada de divisas por parte de organismos internacionales o de bancos privados, que llevaría calma a los actores económicos.
Por último, respondiendo la pregunta de qué hay en el ropero del señor Caputo, observamos que el BCRA tiene actualmente -5.000 millones de dólares en sus reservas, contra las -11.000 millones que le dejó la anterior gestión, es decir, que observamos que el BCRA ha acumulado bastantes reservas y ha profundizado el saneamiento de sus cuentas en lo que va del año. Sin embargo, durante estas las últimas semanas, los consultores económicos han divulgado informes en los que sostienen que, gracias a las obligaciones en moneda extranjera que debe afrontar el Gobierno en los próximos meses, el año terminaría con alrededor de -10.000 millones de dólares en las arcas del central. Cabe aclarar que eso se daría si el Gobierno no toma cartas en el asunto y mantiene la política económica actual hasta fin de año, lo cual resultaría extraño ya que la imagen de tener -10.000 millones en diciembre sería casi un “game over” para la gestión. Esto nos permite deducir que Caputo y Bausili podrían estar preparando una batería de medidas para disminuir el impacto de estas obligaciones y así terminar el año con una imagen medianamente aceptable.
Escrito por: Varela Álvaro