Decidió estudiar una de las ingenierías más difíciles e inusuales, pero triunfó. A sus 23 años, Victoria Marletta acaba de convertirse en la primera ingeniera aeroespacial recibida en el país y, por estos días, está resignada a repartir su tiempo entre las entrevistas que concede a los medios de prensa y su rol clave en un proyecto de investigación grupal sobre Fluidodinámica
Computacional. Esos primeros pasos que decidió encarar como profesional reafirman el vínculo estrecho que mantiene con la Universidad Nacional de La Plata, el lugar de pertenencia que también transitaron sus padres y tres hermanos mayores, todos reconocidos médicos de la capital provincial y alrededores. «Soy la oveja negra de la familia», expresa la hija descarriada con candidez al no seguir los pasos de sus parientes.
La ingeniería aeroespacial es una rama de la ingeniería que estudia las aeronaves. Engloba los ámbitos de la actual ingeniería aeronáutica, relacionada con el diseño de sistemas que vuelan en la atmósfera, y de la ingeniería astronáutica, entendiendo por esta última aquella que se ocupa del diseño de los vehículos impulsores y de los artefactos que serán colocados en el espacio exterior. Se estima a esta ingeniería como una carrera con grado de dificultad bien elevado. Lo más importante para comenzar a vencer la dificultad es que realmente guste la carrera y se desee realmente estudiarla. Es una carrera que contempla 3 años para su culminación, pero es normal que se empleen hasta 7 años.
“Es una carrera más actualizada y con más materias optativas vinculadas a lo espacial. Nos acerca de manera internacional a lo que ocurre en el mundo. Además, la facultad tiene una alta calidad de docentes. Hay muchas posibilidades de aprender en forma práctica de la mano de los excelentes profesores que tenemos, que muchas veces se involucran en los proyectos que proponemos”, sostuvo la egresada con promedio de 9.11 sobre 10 en la facultad de ingeniería de la UNLP.
Valentina, si bien no es la primera graduada en esta carrera, es la primera mujer que lo hace en Argentina, demostrando que ya no hay más barreras de género y que, con esfuerzo y dedicación, se puede llegar al objetivo.
Marcos Actis felicitó a Valentina por el esfuerzo y empeño demostrado durante todos estos años para estudiar y recibirse. “Es una chica extraordinaria y muy valiosa. Para nosotros es un orgullo tener a la primera egresada de Ingeniería Aeroespacial de la Argentina. Hay muchas chicas que están cursando la carrera y otras tantas son las que ingresan. Nos pone muy contentos que esta carrera no sea solo cosa de hombres. Seguiremos trabajando para que se sumen cada vez más mujeres”, dijo el decano de la Facultad de Ingeniería.
Por: Rafaela Petacci