Isla de Trinidad es una isla volcánica situada a varios días de navegación desde las costas de Brasil, donde Fernanda Avelar Santos, geóloga de la Universidad Federal de Paraná, se encontró con una sorpresa que alertó a los investigadores.
¿Qué fue lo que encontraron?
El hallazgo no fue para nada grato, y es que se encontraron con rocas formadas por el plástico que se encuentra contaminando los océanos del mundo.
Esta foto compartida por la Universidad Federal de Paraná deja evidencia del desastroso desencadenante de la contaminación marítima que genera el ser humano. Este descubrimiento se realizó en 2019, cuando Fernanda Avelar trabajaba cerca de una reserva natural protegida llamada Parcel das Taratugas, la reserva de las tortugas verdes más grande del planeta. Cuando se encontró con varias de estas extrañas rocas, que intrigada recolectó para luego analizarlas en su laboratorio junto a otros investigadores, comprobaron que efectivamente, se formó de la misma manera que lo hace cualquier roca natural, con la excepción que, debido al exceso de basura en los océanos, esta terminó formando parte del proceso.
¿Qué dijeron los investigadores?
En palabras de Fernanda Avelar, el ser humano dejó de ser eso que afecta a las cosas que se crean por procesos naturales y pasó a ser un condicionante en esos procesos de creación, pudiendo ser considerado un agente geológico como lo es el agua, el viento, etc. ”Encaja con la idea del Antropoceno, del que los científicos hablan mucho estos días: la era geológica en la que los seres humanos influyen en los procesos naturales del planeta. Este tipo de plástico, similar a una roca, se conservará en el registro geológico y marcará el Antropoceno”, agregó la científica.
Al entrar en esta época, debemos preguntarnos, ¿qué es lo verdaderamente natural? ¿Qué podemos considerar creado por la naturaleza en un mundo donde el humano ha cambiado los procesos originales de las cosas? Para colmo, estos descubrimientos no fueron únicos, sino que se han encontrado casos similares en Hawaii, Japón e Italia. Sin duda, estos descubrimientos son históricos y, al mismo tiempo, marcas del comienzo de una nueva era para el mundo.
Por: Enzo Dubini