Javier Milei, a pesar de que cantaba “primera vuelta la puta que lo parió” junto a su militancia en su búnker, terminó manteniendo los votos que sacó en las PASO y no pudo imponerse en las generales, en las que Sergio Massa ganó con casi el 37% de los votos.
Esto se debe a muchos factores, y si bien la finalidad de este artículo es analizar sus acciones post-elecciones, tenemos que hablar de qué pasó para que este candidato no pueda aumentar su cantidad de votos.
El principal de ellos, seguramente causado por la falta de experiencia, fue haber descontado su triunfo de manera muy temprana, algo que le trajo muchos problemas luego de las PASO.
A diferencia de su rival en el balotaje, Sergio Massa, quien pensó una estrategia de campaña desde el balotaje para atrás, Milei puso todas sus energías en las PASO, llegando a decir que los radicales son “inútiles y colectivistas”, que una alianza con ellos está “destinada al fracaso” o que uno de sus pasatiempos favoritos es golpear a un muñeco con la cara de Alfonsín. Estas declaraciones generaron que un electorado radical, que no deja de ser anti-kirchnerista, no conciba la posibilidad de votarlo y, de esa forma, acabó perdiendo gran parte de sus votos.
Así también, cuestionó al PRO, a quienes consideraba adentro de la casta, incluso acusando a Patricia Bullrich de ser una montonera asesina, que ponía bombas en jardines de infantes. En este caso, a diferencia de la UCR, parece que a Macri y a Bullrich les borraron la memoria o bien que, reformulando el famoso dicho de “por la plata baila el mono”, por el poder baila el Gato.
Ahora bien, ¿por qué ahora el león se está convirtiendo, como dijo Myriam Bregman, en un gatito mimoso?
Milei es un economista que se hizo famoso gritando en la televisión contra los “zurdos de mierda”, hablando del Frente de Chorros y de Juntos por el Kargo, no únicamente diciendo que ellos solo luchaban por los cargos, sino que eran iguales a los kirchneristas, pero con buenos modales. Sus posteriores campañas políticas las hizo sobre la base de que él, viniendo desde fuera de la política, destruiría a la casta, en la que estaban incluidos Bullrich, Macri, Larreta, la UCR, el peronismo, la izquierda y cualquier político con el que se cruzara. Pero parece que la casta dejó de existir…
Luego de la elección, Massa y Milei dieron discursos muy diferentes, y su forma de encarar los resultados no fue para nada similar. Si bien siempre el peor Massa fue el Massa ganador, como el que se vio luego de su gran triunfo en el 2013, esta vez pareció que, a su gran astucia política, se le sumó una gran capacidad para afrontar sus triunfos. En su discurso post-triunfo, Massa no se vio ni cerca del kirchnerismo. Es más, en el escenario se encontró solo, sin ningún representante del kirchnerismo duro, aunque también subió al escenario el candidato a vicepresidente Agustin Rossi, y las familias de ambos candidatos, para marcar una indudable diferencia con sus rivales en el balotaje, ya que ni Milei ni Victoria Villarruel tienen familia.
A diferencia de esto, el candidato libertario no esperó para tirar a la basura la narrativa que lo puso en ese lugar y, en su discurso, pareció estar de rodillas ante la “casta” para poder reunir la cantidad de votos necesarios para vencer a Sergio Massa en el balotaje.
A pesar de que 15 días antes había acusado a Patricia Bullrich de ser una montonera asesina y de tirar bombas en jardines de infantes, en su discurso después de las elecciones, invitó a la
dirigencia de Juntos por el Cambio a hacer “tabula rasa” y unirse en pos de un cambio en el gobierno, para dejar atrás su campaña anti-casta, y pasar a una narrativa que tenga como eje al peronismo – anti peronismo. Una estrategia muy conocida, así como fallida, si vemos los resultados de Patricia Bullrich, que centró su campaña en el odio contra el peronismo y, especialmente, contra Cristina Kirchner.
En la semana, se llevó a cabo una reunión entre algunos dirigentes del PRO para analizar cómo iba a ser su relación con Milei y cerrar su apoyo de cara al balotaje. Ya que no hubo un acuerdo interno dentro del partido, Macri ordenó a Patricia Bullrich y Luis Petri, la fórmula presidencial de Juntos por el Cambio, a realizar una conferencia de prensa apoyando como fórmula (y creyéndose dueños de los votos) a Javier Milei de cara al balotaje.
Eso generó muchas repercusiones dentro de Juntos por el Cambio y ni la Coalición Cívica de Lilita Carrió, ni el sector del PRO que responde a Horacio Rodríguez Larreta, ni Evolución de Martín Lousteau, ni la Unión Cívica Radical, ni el GEN de Margarita Stolbizer y ni Confianza Pública de Graciela Ocaña (todos los partidos que conforman JxC), decidieron apoyar a algún candidato y dieron libertad de acción a los votantes, entendiendo que Massa puede ser la continuidad de un mal gobierno, pero que Milei representa un riesgo para la democracia.
Dicho esto, ¿por qué Javier Milei decide aliarse con Mauricio Macri de cara a este balotaje, traicionando su discurso? Es posible que, como se ha dicho en reiteradas ocasiones, Macri y Milei hayan estado trabajando juntos desde un principio y la intención del expresidente haya sido que Bullrich venza a Larreta en una interna, ganar la legitimidad dentro de Juntos por el Cambio y poder apoyar a Milei con esa legitimidad obtenida.
Por último, ¿Cómo es posible que 15 días después de ser denunciado penalmente por Bullrich, por acusarla de asesina, Milei diga que estaría encantado de que sea su Ministra de Seguridad? ¿Cómo puede ser que luego de hacer una campaña contra los “zurdos de mierda” ahora diga que podrían ocupar el Ministerio de Capital Humano? ¿Cómo puede ser que Macri lo apoye luego de haber dicho que su agrupación no es madura, no tiene volumen ni equipo y no puede garantizar ningún cambio? Al final, tan distinto no era.
Escrito por: Ingoglia Tomas