Hoy en día, una de las principales fuentes de entretenimiento y disfrute entre los niños y adolescentes son los videojuegos. Hay muchos pros y contras con este fenómeno resultado del avance de la tecnología. A continuación, les nombraremos algunos:
Beneficios:
- Según la Universidad de Rochester, agilizan la capacidad de lidiar con imprevistos al plantear problemas y establecer un tiempo para resolverlos, haciendo que los jugadores puedan controlar situaciones complejas y determinantes.
- Según el californiano Institute for the Future (IFTF), las partidas con varios jugadores con un objetivo común refuerzan la capacidad para resolver problemas de forma colaborativa.
- La Universidad de California asegura que estimulan ciertos aspectos al plantear retos que obligan a concentrarse, a usar la imaginación y a recordar los detalles para resolverlos.
- Los videojuegos ponen a sus protagonistas en situaciones de mando, mejorando su capacidad para resolver conflictos, dirigir a otros personajes y tomar decisiones, según la Universidad de Pittsburgh.
- Según la Universidad de Helsinki, facilitan el aprendizaje de otras lenguas a través de las instrucciones en pantalla, los chats para comunicarse con otros jugadores o la propia narración de la historia, ya que la mejoría de los videojuegos de renombre son internacionales.
Desventajas:
- Algunos videojuegos de contenidos agresivos contribuyen a la existencia de agresiones físicas y a la radicalización de ideologías en el mundo real. Estos efectos pueden ser de corto o largo plazo según la edad y las habilidades sociales de cada persona, pero si son niños/adolescentes, pueden ser más vulnerables y manipulables a lo que exponen y muestran estos juegos
- Jugar desmedidamente sin tener una limitación horaria puede influir en las relaciones sociales y hacer que sea más difícil interactuar con el mundo exterior. Esto también influye en la relación que tiene el individuo con su familia y cercanos, pasando todo el día en dispositivos, viviendo en un mundo virtual y no en el real.
- Los videojuegos afectan el sistema nervioso, generando algunos cambios neuronales, pudiendo realizar algunos cambios estructurales y funcionales en algunas zonas del cerebro.
- Diversas investigaciones han mostrado que los videojuegos activan las mismas regiones cerebrales sobre las que actúan las drogas de abuso, a saber, el denominado sustrato nervioso del refuerzo, generando que pasemos horas pegados a la pantalla como zombis.
- El uso excesivo de videojuegos puede causar rechazo hacia otros medios didácticos como los libros, CD, etc.
En conclusión, dependiendo de la capacidad que tengamos para limitarnos y controlarnos al realizar esta actividad tan llamativa y “adictiva”, puede beneficiarnos en diversos aspectos (mencionados anteriormente). Pero si hacemos mal uso y nos obsesionamos con los videojuegos, terminaremos presos de una realidad virtual, desconectándonos del mundo real. Tenemos que encontrar un equilibrio entre esta actividad y los deberes diarios, como estudiar, actividades físicas, etc.
Por: Rafaela Petacci
