Me gustaría empezar este artículo explicándoles qué quiero decir con esto y cómo los roles de género pueden influir significativamente en nuestra salud mental, dado que el género juega un gran papel en esta.
Cuando hablo de «roles en la salud mental» me refiero a cómo las expectativas sociales relacionadas con el género y otros roles de esta índole pueden afectar la salud mental de las personas.
Las expectativas sociales que nos han dado y se han generado pueden afectar en gran medida en cómo las personas perciben o manejan el estrés, la depresión, la ansiedad, etc.
Vivimos en una sociedad en la cual el hombre suele ser alentado para demostrar menos sus emociones y a buscar menos ayuda profesional, lo que puede llevar a una subestimación de la prevalencia de estas condiciones, resultando en una falta de tratamiento adecuado. Se suele esperar que los hombres actúen totalmente de otra manera; de no mostrar vulnerabilidad, ya que de esta manera no serían “fuertes“. La salud mental del sexo masculino a menudo suele ser descuidada a causa de las expectativas sociales que les impiden expresar sus emociones y buscar ayuda.
Por otro lado, y como experiencia propia, las mujeres solemos enfrentarnos a presiones relacionadas con el cuidado, la imagen corporal y la autoestima, lo que puede contribuir a desarrollar ansiedad, depresión y otros trastornos.
No solo esto, sino que también la discriminación, la desigualdad y/o violencia de género y, como dije anteriormente, la presión relacionada con la imagen corporal, pueden desencadenar distintos problemas de salud mental.
Así mismo, la falta de acceso a servicios de salud psicológica adecuados es un gran problema para algunas personas.
Por eso, es necesario comenzar a darle más relevancia a la salud mental, implementando políticas y programas que reduzcan las barreras financieras, ampliando las coberturas de servicios médicos y aumentando la disponibilidad de profesionales de la salud mental ya que, si no se abordan todas estas cuestiones, puede llevar a que las personas tengan un agravamiento en su psiquis, disminución en su calidad de vida e incluso poner en riesgo su propia vida.
Judith Herman, psiquiatra estadounidense, en su libro “Trauma and recovery”, expresó:
“En las sociedades patriarcales, las mujeres son particularmente vulnerables al trauma debido a la violencia de género, la discriminación y otras formas de opresión.
La experiencia de trauma puede tener efectos devastadores en la salud mental de las mujeres, pero también puede ser una oportunidad para la sanación y la transformación.
Es esencial que tanto hombres como mujeres tengan acceso a espacios seguros y de apoyo para abordar sus preocupaciones, problemas y otro tipo de factores. Al proporcionar y tener estos espacios, podemos promover una cultura de apoyo mutuo y mejorar el bienestar emocional y la salud mental de todos.”
Escrito por: Avanza Sofia