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Cultura y Sociedad

Los miedos afloran

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Este artículo pretende demostrar la ansiedad, ira, temor, y demás emociones de las personas en estos últimos días. ¿Por qué digo esto? Por las miles y recientes noticias sobre una emergencia global, declarada por la OMS (Organización Mundial de la Salud).

Como sabemos, la pandemia por COVID-19 se basó en un aislamiento social y preventivo que no solo amenazó la salud física de millones de personas, sino que también trajo consigo algunas problemáticas de salud mental. El coronavirus transformó todo lo que creíamos saber sobre nuestra vida cotidiana y nuestra salud en un mundo extraño donde la gente lleva máscaras protectoras y las personas se encuentran inmersas en su celular.

Luego de eso, las encuestas muestran que las personas sienten que su salud mental empeora todos los días y los gobiernos inventan nuevas formas de tratar de limitar el daño psicológico.

4 años después…¿estará la sociedad a punto de entrar en una situación parecida o aún peor?

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En los últimos días de agosto de 2024, se familiarizó la viruela del mono (enfermedad viral causada por el virus de la viruela símica, perteneciente al género Orthopoxvirus, existiendo dos clados diferentes, clado I y clado II), luego de que la OMS haya declarado una emergencia internacional por el avance del virus (una nueva variante del virus mpox). Aquí no se busca hacer énfasis en la enfermedad en sí, sino en cómo esto afecta a la sociedad luego de lo que padecimos hace unos años.

Frente a ello, el Ministerio de Salud de la Nación comunicó que decidió reforzar la vigilancia epidemiológica para la detección y medidas de aislamiento y rastreo de casos de la viruela del mono (mpox). Este jueves, se registró el primer caso de la nueva cepa fuera de África. El Ministerio también informó que, hasta el momento, no se han registrado en el país casos con la nueva variante de la viruela símica, que fue la que llevó a la OMS a declarar este miércoles la emergencia internacional. Aunque se debe tener en cuenta que, según el último Boletín Epidemiológico Nacional, emitido el 12 de agosto de este año, se confirmaron 5 casos de viruela símica en Argentina. Para la tranquilidad, o por lo menos por ahora, desde la Dirección de Epidemiología de la provincia aclararon: “No es la nueva variante, es un caso de la viruela símica que tenemos esporádicamente desde 2022. La nueva variante está aún en África”.

Entonces, ¿hay riesgo de una nueva pandemia? Esta es la pregunta más mencionada en los últimos días, existiendo varias respuestas. Por un lado, están los que dicen que se va a dar en brotes epidémicos muy pequeños, que no tendrán grado de pandemia ni de grandes brotes epidémicos, aunque aclaran que siempre que hay una nueva variante de un virus en el mundo existe el riesgo de que también se propague a otras regiones. Otros argumentan que se desconoce aún cuál podría ser el impacto, por lo que la vigilancia de los equipos de salud y la consulta a tiempo son claves. Y por el otro lado, se plantea que hay varios factores que influyen en la probabilidad de que sea una epidemia, ya que es una enfermedad que se conoce desde 1958, está más estudiada y cuenta con vacunas para su prevención y tratamiento.

A pesar de toda la información anteriormente mencionada por parte de grandes investigadores y científicos, a las personas lo que menos les importa son las especulaciones; lo que quieren es una respuesta concisa y segura, que lamentablemente es muy difícil de dar en estos momentos. Muchas de ellas, están entrando en crisis debido a la incertidumbre y el temor a enfermar. Incluso se podría decir que el país está al borde de otra crisis de salud: el trauma psicológico.

Otra suposición que surge a estas alturas es que el hombre haya manipulado los virus con fines aún desconocidos, como puede ser el económico.

Como conclusión, puedo decir que esta alerta obviamente va a poner en cuestionamiento la capacidad de la viruela del mono de reemplazar al COVID-19 como la próxima pandemia global, debido a que hace que entremos en pánico y tomemos actitudes irracionales, como discriminar a los demás, desarrollar una ansiedad grave y, en algunos casos, causar depresión y perder la habilidad para reinventar y responder inteligentemente en situaciones estresantes. Es así que debemos tomar todas las medidas recomendadas para la prevención y, además, trabajar en nuestras herramientas de gestión de emociones para prevenir que nuestra salud psíquica sea infectada por nuestros miedos, desesperaciones y ansiedades.

Escrito por: Márquez, Paloma