
Todos sabemos que con el avance imparable del tiempo, nuestros adultos mayores, personas con una vida por detrás y la mayoría ya con hijos y nietos, sufren un desgaste físico-mental excesivo, así como aumenta su riesgo de padecer enfermedades.
Existen múltiples medicamentos para la mayoría de estas dichosas enfermedades que atacan al problema y, sobre todo, al dolor que estas pueden generar. Pero, ¿qué tan humano es no sentir el dolor de algo que uno padece?
Por esto mismo es que escribo este artículo. ¿Saben cuál es la forma de llegar a vivir lúcido, móvil y feliz hasta que nos llegue la hora? Deporte, alimentación y evitar vicios. Treinta minutos de caminata a media marcha al día mantienen las articulaciones con un flujo de sangre óptimo, evitar la sal y las grasas o aceites en exceso permite que nuestros músculos conserven elasticidad y que seamos menos propensos a lesiones.
¿Se imaginan cuánto bien podría hacer educar a los padres de las generaciones de chicos de 12 a 18 años de este tipo de cosas? ¿La cantidad de beneficios y las cosas que se evitan a futuro? Claramente, el dinero también es importante. Los medicamentos no son nada baratos.
Tampoco la salud, en cualquiera de sus ámbitos, lo es. Creo que la concientización de nuestros adultos mayores y adultos en general creará una muy buena base de salud en estos mismos y les permitirá poder disfrutar tanto con ellos mismos como con sus familias.
Escrito por: Cuello, Agustín