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MEDIO AMBIENTE

Lo que no reciclamos, ¿qué lo hacemos?

Lo que no reciclamos, ¿qué lo hacemos?

El dilema de nuestros desechos parece no tener final. Al día de hoy, si bien se ha promovido el desuso de muchos productos o materiales contaminantes, hay uno de ellos que es casi imposible prescindir de él: los plásticos.

Miremos a nuestro alrededor: la mayoría de las cosas que utilizamos a diario están hechas o dependen del plástico. Desarraigarse de su excesivo uso podría ser un proceso extenso y tal vez inejecutable, pues la versatilidad que posee y su bajo coste son inigualables con otros materiales en la actualidad.

Podríamos, entonces, enfocarnos en una buena gestión del plástico como residuo y darle una segunda vida útil. No obstante, si bien su reutilización es posible, en muchos casos el proceso resulta potencialmente contaminante. Pareciera que el plástico, una vez producido, no tiene más futuro que estar tirado en vertederos no regulados o generando aún más contaminación en el afán de ser reutilizado.

En este contexto, Miranda Wang y Jeanny Yao, dos jóvenes que residen en Canadá, presentaron un nuevo proceso para reciclar de forma eficiente el polietileno, uno de los plásticos más utilizados a nivel global.

Motivadas por actividades escolares, decidieron buscar una solución a la reinserción de los desechos al círculo productivo. Detrás de esta idea, y adquiriendo conocimientos técnicos en el camino, fundaron BioCellection -hoy Novoloop-, donde ofrecen una alternativa más eficiente para reciclar este tipo de plásticos.

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Su servicio se basa en un proceso químico llamado ATOD –Accelerated Thermal Oxidative Decomposition-, con el cual logran romper las cadenas de polietileno para transformarlas en otros materiales necesarios en la industria. Mediante este proceso, logran degradar en tan solo 6 horas materiales que tardarían, en condiciones naturales, más de mil años. Además, en este proceso se reduce hasta un 41% la generación de gases contaminantes.

La idea de Wang y Yao no solo permite vislumbrar la posibilidad de descubrir nuevas soluciones a problemas históricos, sino que enseñan que la solución puede venir incluso desde los más jóvenes.

A pesar de que estos proyectos abren nuevas puertas a la economía circular y la reutilización de desechos de forma sostenible, aún existe un gran impedimento: los pocos residuos que llegan a estos centros de reciclaje. De las más de 300 millones toneladas de plástico producidas a nivel global, tan solo un 9% llegan a ser recicladas.

Escrito por: Dorsch, Santiago