Estos últimos años fueron distópicos para todos, y la educación, como todo, se vio afectada: se retrasó el aprendizaje y el desarrollo educativo de miles de niños y adolescentes. Además, los jóvenes poco a poco van perdiendo el interés de aprender, sintiendo a la educación como una obligación y no como algo enriquecedor. Obviamente no se da en todos los casos, pero se puede apreciar una pérdida significativa de motivación en los alumnos.
Ciertos datos recabados en un informe demuestran, en parte, el fracaso escolar que aparece en la secundaria. Un 57% de los estudiantes pasan de instancia (de primaria a secundaria) sin los aprendizajes mínimos para continuar con su trayecto educativo.
Solo el 43% de los estudiantes llega a 6° grado a tiempo y con niveles de aprendizaje satisfactorios, de acuerdo con el último informe del Observatorio de Argentinos por la Educación. Las tres provincias mejor posicionadas son Buenos Aires (63%), Córdoba (56%) y Río Negro (47%). Y en el extremo opuesto, se encuentran Corrientes (30%), Catamarca (26%) y Chaco (25%).
La educación no debería ser algo que hacés en una institución por un período de tiempo específico para un certificado. En cambio, debería ser un viaje de exploración, autodescubrimiento y liberación, impulsado por recompensas intrínsecas para toda la vida. La educación efectiva debe integrarse en nuestras experiencias cotidianas, incluído el entretenimiento. De acuerdo con el informe de Educación 2030, la educación futura se adaptará a los usuarios «en todos los grupos de edad, desde programas prenatales hasta programas para personas mayores, que brindan conocimiento, trabajo y diversión».
“Para fortalecer las trayectorias escolares de los estudiantes es fundamental que los docentes puedan conocer otras experiencias de enseñanza, de otras escuelas y de otras regiones. Que los docentes puedan acceder a experiencias de formación cultural, de comunicación o científicas. Que tengan horas de investigación y espacios para compartir con otros colegas. Debemos generar en las dinámicas diarias cambios que salgan de la monotonía”, aporta Martín Salvetti, subsecretario de Educación de Lomas de Zamora.
El saber y el razonamiento es lo que nos distingue de los animales. Los conceptos básicos que adquirimos desde niños es lo que nos convierte en personas pensantes. Debemos comenzar a potenciar nuestras capacidades y de ambos lados, tanto directivos como profesores y alumnos, tenemos que empezar a reformular y adaptar la educación en base a las nuevas épocas y generaciones.
Por: Rafaela Petacci