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MEDIO AMBIENTE

La vida después de la vida; el compostaje humano

Una opción más amigable con el ambiente y que ahorra espacio en ciudades colmadas de cementerios son las razones por las cuales defensores del compostaje humano apoyan esta práctica novedosa como una alternativa para despedir a nuestros seres queridos.

  ¿Qué es el compostaje humano?

El compostaje humano es un método donde se convierte el cuerpo de un fallecido en tierra apta para el cultivo de cualquier planta. Esto se logra en un recipiente cerrado donde el cuerpo reposa sobre la tierra junto a distintos materiales seleccionados como alfalfa, paja y astillas de madera, y con el pasar del tiempo este se descompone gracias a la acción de microbios.

Luego, aproximadamente un mes después, se le aplica un proceso de calentamiento para evitar que la tierra contenga algún tipo de infección. Pasado todo este proceso, la tierra es devuelta a la familia del difunto para que le den el uso que ellos decidan, ya sea plantar arboles, flores o vegetales.

  ¿Cuáles son las ventajas de esta práctica?

La empresa estadounidense Recompose, que se encarga de brindar este servicio en los estados permitidos del país norteamericano, dice que con esta técnica se puede ahorrar una tonelada de carbono si lo comparamos con los métodos tradicionales como un entierro o una cremación. Afirman también que esto regula la humedad y ayuda a sostener a personas, plantas y animales.

Por último, en tema precios, se asemeja a lo que puede llegar a costar un funeral con entierro o cremación, los cuales suelen tener un costo de entre 6800 y 7800 dólares, mientras que Recompose ofrece sus servicios a una tarifa de 7000 dólares.

  ¿Donde es legal este procedimiento?

A principios de este mes, Nueva York se convirtió en el sexto estado en Estados Unidos en legalizar el compostaje humano. El primero en hacerlo fue Washington, seguido de Colorado, Oregón, Vermont y California. Fuera de Estados Unidos, también es legal en Suecia.

Claramente, esto es una nueva manera que se está popularizando en el mundo. Tiene defensores y muchas personas que no están de acuerdo con esta práctica, sobre todo por parte de la sociedad católica, de la cual obispos han declarado que los cuerpos de los difuntos no deberían ser tratados como residuos domésticos, pero fuera de eso, es claramente una forma distinta de despedir a tus seres queridos y además colaborar con el ambiente en un mundo donde las emisiones de carbono tienen que ser reducidas para que las generaciones siguientes tengan un planeta habitable.

Por: Enzo Dubini