Un evento histórico sucedió en el este del país germano, ya que, por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, un partido político de ultraderecha gana unas elecciones. Alternativa para Alemania (AfD, por sus siglas en alemán) venció en los comicios de Turingia y quedó segundo, pero a muy poca diferencia del primero, en Sajonia.
A un año de las próximas elecciones federales, este resultado preocupa a los principales políticos de la potencia europea, principalmente al actual canciller Olaf Scholz, cuyo partido quedó quinto en las elecciones de ambos Estados.
La… ¿relación? entre Alternativa para Alemania y Turingia
Este Estado siempre se vio ligado a los movimientos de ultraderecha. Es, por ejemplo, uno de los lugares donde el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (o Partido Nazi) tuvo una gran base de simpatizantes. Pocos sabían que, algunos años después, se encontrarían viviendo en una república títere de la Unión Soviética; la República Democrática Alemana, establecida en 1949.
Por otro lado, AfD fue creado en 2013. Desde entonces, se ha mostrado en contra de la integración europea (materializada en la Unión Europea), la inmigración ilegal hacia su país y el envío de suministro de armas a Ucrania. Este último aspecto toma una gran importancia en el este alemán. Según una encuesta publicada por el medio DW, el 76% de los habitantes de esta región temen que Alemania pueda verse arrastrada a un conflicto militar, producto del envío de suministros de guerra al país de Volodomir Zelensky.
En las elecciones en Turingia, Alternativa para Alemania obtuvo el 32,8% de los votos y ganó 32 de los 88 escaños del parlamento estatal. Con este resultado, el partido liderado por Bjorn Hocke ganó mucho poder en dicho Estado, pudiendo ser un obstáculo en decisiones que requieran la mayoría de dos tercios para ser aprobada, como el nombramiento de jueces.
Esta victoria desató muchas repercusiones. Por un lado, manifestantes anti-AfD se congregaron ante las puertas del parlamento de Turingia en Erfurt para protestar con las políticas clasificadas de “extremistas” de dicho partido. Por el otro, el canciller Scholz llamó a los partidos tradicionales a formar gobiernos estatales sin la presencia de dicho partido político, lo que fue tildado de “antidemocrático” por la colíder de la AfD, Alice Weidel.
Se consolida el giro hacia la derecha en Europa
En las elecciones francesas, las del Parlamento Europeo, y ahora en las alemanas, podemos ver una tendencia en común: los partidos de ultraderecha, aunque no han arrasado en ninguna de estas, continúan aumentando su base electoral. Y en ambos países, también hay un tema que sobresale: la oposición a la inmigración, principalmente musulmana, atribuyendo a este colectivo la erosión de la cultura tradicional y el aumento de la inseguridad.
Si bien, como dije anteriormente, los partidos de ultraderecha no logran una victoria absoluta en las elecciones, su número potencial de votantes sube minuto tras minuto. Quizás es una señal que los Gobiernos deben oír, dado que los ciudadanos consideran que hay cosas que están haciendo mal. Veremos qué pasa en las elecciones federales alemanas del año que viene.
Escrito por: Cáceres, Matías