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CIENCIA

La JAXA descubre componentes esenciales para la vida fuera de la Tierra

Cuando hablamos del espacio, su estudio y los descubrimientos en el mismo, solemos, con mucha frecuencia, tener al mismo autor: la NASA. No obstante, el artículo de hoy tiene a otra agencia espacial como autora de una gran hazaña. Conferimos, precisamente, de la agencia espacial japonesa, más conocida como JAXA. La palabra hazaña, si bien parece exagerada, encaja perfecto para describir el trabajo y el avance de esta agencia para lograr conseguir dicha información, teniendo en cuenta que este organismo ni siquiera alcanza las 2 décadas de longevidad.

Lo que descubrieron, a través de muestras extraídas de un asteroide que orbita el Sol entre la Tierra y Marte, fueron distintos componentes esenciales para la vida tal y como la conocemos. Entre estos compuestos orgánicos, se destaca el uracilo, una de las cuatro bases nitrogenadas del ARN -biomolécula esencial para la traducción de información genética y otras funciones vitales de los seres vivos-. Sin embargo, también se han encontrado otras moléculas, como ácidos carboxílicos, aminoácidos y niacina.

El análisis de estas muestras tan solo fue la última etapa de la misión Hayabusa 2: una nave espacial que tenía como objetivo realizar un aterrizaje controlado en la superficie del asteroide Ryugu, extraer muestras de su superficie y traerlas de regreso a la Tierra para su posterior análisis. La misión, dirigida y planificada por la JAXA, despegó rumbo a Ryugu el 3 de diciembre del 2014, alcanzó su superficie el 27 de junio del 2018 y, luego de más de un año y medio tomando muestras y analizando el cuerpo rocoso, en noviembre del 2019 comenzaba su regreso a nuestro planeta, dejando las muestras obtenidas en el sur de Australia el 5 de diciembre del 2020. Lo sorprendente de Hayabusa 2 es que, a pesar de haber cumplido con su tarea, su combustible aún no se ha acabado, por lo que los dirigentes de la misión decidieron enviarla al asteroide KY26, en el que hará nuevos estudios y tomará muestras del mismo.

Tomó poco más de dos años poder analizar las muestras obtenidas por Hayabusa 2 y poder publicar los datos en la revista Nature -una de las más importantes de divulgación científica a nivel mundial-. Por otro lado, en 2021, la JAXA le otorgó a la NASA el 10% de las muestras obtenidas.

La importancia de este hallazgo radica en el tipo de asteroide que es Ryugu. Se calcula que su edad es de 4.500 millones de años, por lo que se cree que su formación fue en conjunto con la creación del sistema solar. Este dato, junto con las moléculas orgánicas encontradas en su estructura, dan más fuerza a las teorías que plantean que el surgimiento de la vida en la Tierra fue producto del ingreso de moléculas base de la vida desde el espacio. Es la primera vez en la historia que se encuentran este tipo de moléculas fuera del planeta, por lo que el impacto, tanto en el ámbito científico como en los medios de comunicación, es muy grande.

Si bien la detección de estas moléculas puede generar, a primera vista, una gran tendencia a creer en una teoría del origen de la vida como la nombrada anteriormente, la realidad es que esto no es suficiente para establecerla como cierta. Ni siquiera se puede considerar a estos datos como pruebas para esta teoría. El origen de la vida en la Tierra es una cuestión aún muy amplia y requiere de mucha más información y datos para generar una tendencia por una teoría u otra. A pesar de ello, este debate no le quita mérito a lo logrado por la JAXA y la misión Hayabusa 2.

Por: Santiago Dorsch