Nuestra Redes Sociales

Es cierto que la sociedad se encuentra en constante cambio en la mayoría de los aspectos. Pero aún así, la educación no se adapta del todo a las necesidades de esta nueva generación.

Todos en algún período de nuestras vidas pasamos un total de 12 años dentro del sistema educativo, siendo así el lugar donde agotamos y centramos nuestra mayor carga horaria.

Al finalizar esta etapa de nivel secundario, nos encontramos en el dilema de enfrentar una vida «adulta», para la cual la mayoría de los estudiantes no se sienten preparados.

Las instituciones deberían tomar conciencia con respecto a los temas que se abordan dentro de las mismas e intentar implementar talleres donde se brinden herramientas básicas para la vida en sí, como lo son las clases de primeros auxilios. Porque si no aprendemos estas cuestiones en el lugar donde se centra nuestra mayor carga horaria, entonces, ¿dónde más lo aprenderíamos?

Implementar un taller de primeros auxilios nos beneficia en diversos ámbitos, más allá de saber actuar ante una situación de emergencia, siendo estos beneficios:

  • Mejora la confianza en sí mismo.
  • Mantiene al alumno en prevención y precaución en situaciones de emergencia.
  • Ayuda con el control y manejo de la calma.
  • Crecemos como ciudadanos responsables y comprometidos.

Concientizar sobre esta problemática genera que los mismos estudiantes sean los responsables de movilizarse para que ocurra algún cambio. Se debe plantear la incertidumbre dentro de las instituciones para que se lleve a cabo algún accionar y se tomen las medidas correspondientes a ello. Se debe actuar para que todos los pensamientos jóvenes no queden en el olvido.

Por: Samira Gaite

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