John B. Goodenough, homenajeado con el Premio Nobel de Química en 2019, falleció a los 100 años de edad, dejando un legado que revolucionó el mundo de la ciencia.
Su mayor invención consistió en la creación de la batería de iones de litio, la cual ha sido plasmada profundamente en nuestra vida debido al uso que se le atribuye en las industrias automovilísticas y de telefonía celular. Su gran invento logró una sociedad menos dependiente al uso de combustibles fósiles.
El impacto de las baterías de iones de litio
Las baterías de iones de litio han modificado la electrónica y se han transformado en la tecnología de mayor importancia para los vehículos eléctricos. Esta tecnología es capaz de almacenar un mayor porcentaje de energía en un espacio más pequeño, lo que se mide en términos de densidad de energía específica.
Su ventaja aplica en que son mucho más pequeñas y ligeras que otros tipos, lo que se traduce en dispositivos más pequeños con una vida útil más duradera, debido a la capacidad de ampliar el ciclo de vida en los dispositivos en donde se emplee.
El verdadero protagonista es el litio: Un metal, conocido como el elemento sólido más ligero. El litio puro es bastante inestable, pero en forma de ion (cargado positivamente, debido a la pérdida de un electrón) es más común. Y es esta partícula cargada positivamente la base de las baterías, dispositivos densos en energía que pueden recargarse muchas veces sin perder eficacia.
Una revolución para almacenar energía eléctrica y usarla cuando se necesita (la esencia de las baterías en sí mismas) es posible gracias a la capacidad de los iones de litio de moverse entre los electrodos de la batería sin que las reacciones químicas los modifiquen, gracias a su capacidad de intercalarse y de alojarse dentro de los materiales usados en los propios electrodos.
Ahora bien… ¿Qué está pasando en Argentina con respecto al conocido “Oro Blanco”?
Como detallamos en este artículo, el litio es de gran importancia a nivel mundial por los múltiples usos que se le otorga, entre ellos, el empleo que se le da en las grandes industrias para crear nuevas tecnologías o mejorarlas y aportar al desarrollo de la sociedad actual.
Nuestro país posee una de las grandes reservas de este mineral, junto con Bolivia y Chile, conformando el denominado “Triángulo de Litio”. En Argentina, estas reservas se ubican en las provincias del noroeste.
Entonces… ¿Cuál es el dilema? En Jujuy viven cerca de 300 comunidades indígenas, sobre todo en la Puna, con sus grandes salitrales, en los cuales hay yacimientos de litio. Pocas comunidades tienen un estatus legal o un título de propiedad por la tierra que habitan desde hace cientos de años.
Dado que el cambio en la movilidad en los países industrializados ha aumentado la demanda de baterías, la presión sobre la extracción del litio se ha incrementado.
Los recursos minerales son propiedad de las provincias en Argentina. Hace tiempo que el gobierno provincial de Jujuy otorgó concesiones mineras a empresas mineras internacionales. Para atraer más inversores, debe garantizar el acceso, la extracción y el transporte de litio. Esto dio lugar a que el Estado y el gobierno jujeño se flexibilizara en cuanto a las restricciones impuestas. Muchas de las consecuencias las sufren los poblaciones ya instaladas en aquellos territorios con el apropiamiento de sus tierras y con las altas tasas de contaminación presente en su entorno.
Por: Victoria Garay