Buenos Aires se encuentra entre las 50 áreas más propensas a verse afectadas por el cambio climático. La ciudad, que es la capital de Argentina y una de las metrópolis más grandes de Sudamérica, se encuentra en una zona que se verá afectada por el aumento del nivel del mar, así como por el aumento de las temperaturas y la frecuencia de las tormentas.
¿De qué forma se verá afectada?
Según el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), se espera que el nivel del mar aumente en todo el mundo entre 26 y 82 centímetros para el año 2100, lo que podría afectar seriamente a las zonas costeras como Buenos Aires. Las áreas bajas de la ciudad, como el barrio de La Boca, ya se encuentran en riesgo de inundaciones, y esto podría empeorar a medida que el nivel del mar siga aumentando.
Además, también se espera que el cambio climático aumente la frecuencia y la intensidad de las tormentas y otros eventos climáticos extremos en la región, lo que podría causar inundaciones y daños a la infraestructura de la ciudad.
¿Cómo combatir el cambio climático?
Para combatir sus efectos, la ciudad de Buenos Aires está trabajando en una serie de iniciativas para reducir su huella de carbono y mejorar su resiliencia ante los efectos de este fenómeno. Algunas de estas iniciativas incluyen la mejora del transporte público para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, la creación de espacios verdes y la promoción de edificios más eficientes en términos de energía.
Sumado a eso, Buenos Aires es parte del Grupo de Liderazgo Climático C40, una organización que reúne a las ciudades más grandes del mundo para compartir conocimientos y trabajar juntas en la lucha contra el cambio climático. Como miembro del grupo, Buenos Aires está comprometida a trabajar en la reducción de sus emisiones de gases de efecto invernadero y en la adaptación de la ciudad a los efectos del cambio climático.
En conclusión, si bien Buenos Aires es una de las ciudades más vulnerables a los posibles efectos del cambio climático en el mundo, también es una ciudad comprometida con la lucha contra este fenómeno global. A través de iniciativas como el Grupo de Liderazgo Climático C40, la ciudad está trabajando para reducir su huella de carbono y mejorar su resiliencia ante los efectos del cambio climático, lo que podría ayudar a proteger a sus habitantes y su infraestructura a largo plazo.
Por: Dubini Enzo