En los últimos tiempos, el sentido del aprendizaje se vio muy afectado por una serie de diversos cambios. La perspectiva en respecto a la educación ya no es la misma que la de hace no muchos años atrás.
La realidad es que hoy en día, la mayoría de los jóvenes ya no valoran el derecho a aprender de la misma forma que lo hacían antes. Me refiero a que se encuentra mucho más normalizado el desapruebo continuo, el machetearse o copiarse lo más posible, el dejar el secundario, el estudiar de memoria, entre otros.
Esto sucede porque vivimos en un mundo en el cual los jóvenes tienen cada vez menos metas, proyectos, sueños y ambiciones por cumplir. Esto se debe a que nos estamos acostumbrando a lo fácil e instantáneo, a lo que no implica esfuerzo, cuando en realidad todo está conformado por un trayecto del cual debemos formar parte para lograr lo que anhelamos. Y justamente por esa razón, pocos se someten a desafíos. Ser parte del proceso implica frustración, paciencia y perseverancia para poder alcanzar la verdadera satisfacción.
Relacionándolo con el ámbito escolar, muchos pretenden obtener altos resultados sin ser parte del proceso, por eso tienden a desistir o a tomar «atajos» los cuales limitan absolutamente el aprendizaje de un individuo.
Algunos adolescentes buscan la forma de poder copiarse en los exámenes para obtener buenas calificaciones sin hacer nada. Este es un factor esencial que afecta el proceso de aprendizaje, ya que si una persona tiende a copiarse es prácticamente imposible aprender, debido a que no va a poder fijar los conceptos de manera adecuada, y además de hacer trampa, no utiliza las evaluaciones con su verdadero fin: poner a prueba los conocimientos obtenidos. Algo similar sucede con el famoso término de «estudiar de memoria». Hay una gran diferencia con copiarse, pero ambos tienen un punto en común. Alguien que estudia de memoria sí fija los contenidos, pero por un corto lapso de tiempo. Puede que realice de forma correcta la evaluación, pero posteriormente, se olvidará de todo lo estudiado.
También es muy notorio el desánimo de los jóvenes. No se preocupan por aprobar, tener buenas calificaciones, adquirir los conocimientos, estudiar una carrera o trabajar. Viven enfocados en su presente, sin tener una visión de su futuro, y la mayoría de las acciones que realizan son sin pensar en qué repercusiones tendrán en sus vidas a largo plazo.
Por estas razones, es sumamente importante fomentar la educación y el estudio voluntario y a conciencia. Demostrarle a los futuros adultos que las metas se cumplen si uno es perseverante, lucha por lo que anhela y se mantiene firme en el proceso. Que de los errores se aprende y que los tropezones, por más grandes que sean, no son caídas.
Por: Raminger Federica