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MEDIO AMBIENTE

El fuego que apaga el agua

El pasado mes de octubre, el Servicio  Meteorológico Nacional informó de una fuerte presencia de humo y de olor a quemado en el Sur de Entre Ríos y Norte de la Provincia de Buenos Aires. Todo esto causado por los constantes incendios en las islas del Delta del Paraná.

 

¿Por qué se producen estas quemas?

 

El motivo es sencillo y fácil de explicar: estas islas son habitadas y usadas para realizarse distintas actividades, como la pesca, la ganadería, la agricultura o la caza, y para realizar estas actividades en su mayor productividad, se necesita limpiar la zona cubierta por una amplia vegetación. Además de la caza ilegal de animales presentes en esas zonas, la vegetación tiene más lugar para expandirse, y los productores no encuentran mejor manera que iniciar estos focos de incendios para liberar la zona.

 

¿Qué consecuencias traen?

 

Sumado a que el humo ya forma parte del aire que se respira en las zonas cercanas a estos humedales, las quemas de este tipo producen inmensas cantidades de gases de efecto invernadero que contribuyen con el cambio climático.

 

No podemos olvidarnos tampoco de que estos lugares son un gran hábitat natural de muchas especies de mamíferos, reptiles, peces, aves y anfibios, los cuales se ven muy afectados a esta situación, incluyendo los acuáticos, que al subir la temperatura del agua muy drásticamente, muchos no logran sobrevivir.

 

También, la calidad del agua se ve perjudicada al depositarse muchos de los materiales liberados en al aire, cambiando totalmente los nutrientes que esta lleva, siendo esto muy difícil de revertir incluso, en años.

 

¿Cómo se plantea resolver esto?

 

La Ley de Humedales es un proyecto de ley que tuvo su primer antecedente en el año 2013, y lo que busca es que se establezcan los presupuestos mínimos para la preservación, restauración y uso racional y sostenible de los humedales en toda la Nación. Esta ley se ha presentado en el actual año 2022 durante el mes de septiembre, pero no ha podido ser sancionada debido a la fuerte oposición de los gobernadores de provincias del norte argentino, que decían que no se debía crear una ley que impida desarrollar actividades productivas en una zona que genera trabajo.

 

El día 11 de noviembre de este mismo año, el interbloque de Juntos por el Cambio logró que su proyecto de Ley de Humedales sea aprobado y pase a Cámara de Diputados, superando en votos a la propuesta de la misma ley del Frente de Todos. Sin embargo, Germán Martínez, encargado de la bancada oficialista, se mostró optimista ya que mencionó que, gracias a la presentación de los dos proyectos, se abrirán muchas posibilidades para finalmente conseguir la aprobación de esta ley en Argentina.

Sin dudas, este es un tema que se seguirá desarrollándose con el tiempo, pero lo que hay que dejar en claro es que los humedales constituyen el 21% del territorio del país, y que son de gran importancia por su capacidad de almacenar los excesos de agua durante las inundaciones o albergarla durante las sequías y que, sin duda alguna, son zonas con especies realmente características y únicas pero que, si seguimos destruyendo su hábitat natural, nos encontraremos con una gran ola de especies extintas.

Por: Enzo Dubini