Nuestra Redes Sociales

La Organización Mundial de la Salud –más conocida como la OMS-, una de las siglas más escuchadas en estos últimos años, dio una rueda de prensa el pasado 5 de mayo, donde los dirigentes de la misma anunciaron el fin de la emergencia sanitaria internacional por el COVID-19.

Esta noticia fue expuesta al mundo en voz del Director General de la organización, el doctor Tedros Adhanom Gebreyesus, quien luego de recibir el consejo del Comité de Emergencias acerca de dar por finalizada la emergencia internacional, accedió. “Por lo tanto, declaro con gran esperanza el fin de COVID-19 como emergencia sanitaria internacional”, las propias palabras de Gebreyesus.

Luego de más de 3 años desde el anuncio de esta emergencia, en enero de 2020, los países ya no deben atender a los protocolos de emergencia por la pandemia, sino que ahora es su deber controlar y manejar la enfermedad, tal y como lo hacen con el resto de afecciones  sanitarias.

No obstante, el fin del COVID-19 como emergencia sanitaria internacional no significa que los casos de esta enfermedad y las victimas mortales de la misma hayan terminado. La afección sigue causando repercusiones en la salud de las personas, generando rebrotes alrededor del mundo. El cambio que hubo fue la disminución de casos a nivel global y la cantidad de casos activos en esta escala, dejando de ser considerada una pandemia.

El factor clave en el desenlace de la enfermedad a escala mundial fue, de forma clara, el rápido desarrollo de vacunas, permitiendo su sintetización, distribución y aplicación en masa a nivel global, reduciendo los casos y la mortalidad.

Esta culminación de los esfuerzos sanitarios da como fruto la finalización de la alerta internacional por el COVID-19. Ahora, con este nuevo presente mundial, la OMS le pide a las naciones seguir de forma regular el número de casos y la vacunación de sus individuos para, de esta forma, poder evitar rebrotes masivos de la enfermedad.

Por último, los efectos del COVID-19 se ven reflejados en las nuevas medidas y programas  desarrollados a nivel mundial, como las optimizaciones en los procesos para crear una vacuna de forma más rápida y efectiva, los programas de salud nacionales y sus respectivas respuestas frente a nuevas epidemias o pandemias. Sin dudas, la finalización de la pandemia por el COVID-19 es solo el inicio de una nueva etapa de mejoras en el cuidado de la salud humana.

Por: Santiago Dorsch

Continue Reading
Advertisement