Los seres humanos pueden llegar a ser grandes monstruos en todo sentido, hasta con otros seres vivos. En este caso, con animales, que solo como condena por su maltrato pueden llegar a tener de 6 meses a 2 años, con mucha suerte. Muy poco tiempo, si me preguntan.
Y acá es donde aparecen los centros de rescate animal.
Estos ayudan a otros animales que llegan en condiciones inhumanas, ya sea por maltrato, explotación, tráfico, venta ilegal, etc. Las personas encargadas de estos centros los rehabilitan y, sin dudas, les mejoran su calidad de vida, no solo a los animales domésticos, si no también a los silvestres. En el mundo, existen miles de ellos, pero no obtienen el reconocimiento que merecen. No nos damos cuenta que, gracias a estos lugares, se conserva parte de la biodiversidad. Por lo general, todo centro debe trabajar bajo un conjunto de normas, comprendidas en diferentes protocolos de actuación. Los de mayor importancia son aquellos de recepción y destino de los animales que ingresan. Los fondos, en algunos casos, son obtenidos gracias a donaciones o eventos de caridad, como por ejemplo el centro Santuario Salvaje, ubicado en Buenos Aires, Argentina.
¿Qué pasa si conocemos a alguien que practique estos maltratos hacia un animal?
Principalmente, no hay que pasarlo por alto o pensar que esto es normal. Debemos acudir a una denuncia contra el maltrato animal inmediatamente.
Y vos, ¿ya sabías de esto?
Es increíble el daño que ocasionamos, ya sea por nuestro bienestar o no. Sea cual sea el caso, no tenemos el derecho de tratar a alguien o algo de esta manera. Los animales poco a poco se van extinguiendo y es tiempo de actuar. Un claro ejemplo son los centros de rescate animal.
Por: Catalini Uma
