El año nuevo llegó a Japón con una sorpresa desafortunada: un terremoto con una magnitud de 7.6 en la escala de Richter se sintió en la Península de Noto, dejando 290 muertos y más de 1.320 heridos.
A pesar de estos datos estremecedores, lo que llamó la atención de este suceso fueron los distintos videos que circularon por la redes sociales, en los que se apreciaban distintos edificios moviéndose y curvándose de forma violenta. Pese a estos movimientos, las distintas construcciones no caían destruidas, sino que parecían inmutadas frente al movimiento tectónico.
Esto nos lleva, irremediablemente, a preguntarnos: ¿Qué se esconde detrás de la arquitectura de los edificios japoneses?
Para empezar, debemos entender que, luego del terremoto de 1981, con una magnitud de 7.4, el Estado japonés estableció una ley por la cual todo edificio que haya sido construido posterior a la misma debe contar con sistemas antisísmicos y materiales resistentes a los mismos.
Luego, frente a los desastres causados por el Terremoto de Kobe en 1995, el Estado reforzó la ley anterior, añadiendo subvenciones para remodelar edificios antiguos.
Estas medidas fueron clave no solo en la aplicación de estos sistemas y materiales, sino que motivó al desarrollo de nuevas técnicas y más efectivas, tanto desde el ámbito público como privado. Este contexto llevó al país a ser uno de los más destacados en tecnología antisísmica del mundo.
Entre las tecnologías y técnicas desarrolladas y utilizadas por los japoneses, encontramos aceros con poca rigidez, la implementación de madera en las construcciones, diseños arquitectónicos más resistentes y rieles y otras estructuras móviles que separan a los edificios de sus cimientos.
Cada uno de estos ejemplos consiguen distintos beneficios para la estructura, como la flexibilidad, estabilidad o la absorción de la energía cinética, producto de los terremotos. En conjunto, aportan seguridad y disminuyen el riesgo de derrumbe de la estructura.
Ejemplos como estos demuestran la importancia de investigaciones científicas en la vida cotidiana y las problemáticas de cada sociedad en específico.
Gracias a los descubrimientos del campo científico, podemos aplicar mejores soluciones a problemas que antes no podíamos emitir respuesta alguna.
Escrito por: Dorsch Santiago