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MEDIO AMBIENTE

¿Cómo funcionan las tormentas de verano?

¿Cómo funcionan las tormentas de verano?

El tiempo cálido y húmedo puede crear las condiciones perfectas para una tormenta vespertina sorpresa, pero dónde y cuándo se produzca puede cambiar a medida que el planeta se calienta.

Para muchos de nosotros, los meses cálidos son una época para relajarse, tomar el sol y hacer un picnic. Pero, ¿quién de nosotros no ha experimentado alguna vez el pavor de ver cómo se forman nubes de tormenta como salidas de la nada en una tarde calurosa, seguidas de una loca carrera en busca de cobijo cuando de repente se desata la lluvia?

¿Por qué las tormentas parecen ser más frecuentes en verano?

La razón es sencilla: el tiempo estival suele ofrecer las condiciones perfectas para que se formen tormentas. Las temperaturas cálidas permiten que la atmósfera retenga más humedad, y esa humedad es un requisito previo para la formación de nubes (específicamente, las altas y amenazadoras nubes cumulonimbos que producen truenos y relámpagos).

Pero esto no es así en todas partes. Y como el cambio climático hace que el mundo sea cada vez más cálido, algunas partes del mundo están viendo este tiempo tormentoso cada vez con más frecuencia.

¿Cómo el calor cocina una tormenta?

A medida que el Sol calienta el suelo, el aire sobre él se eleva de forma natural hasta que choca con una capa superior de aire frío, creando inestabilidad atmosférica, el componente necesario para una tormenta.

Con la bomba así de cargada, todo lo que se necesita es un detonante; algo que haga que el aire caliente siga subiendo. Puede ser, por ejemplo, un frente (que es esencialmente una colisión entre dos masas de aire) o una cadena montañosa, que crea una barrera que obliga al aire a ascender.

A medida que el aire cálido y húmedo sigue ascendiendo, las nubes cumulonimbos crecen cada vez más, llegando más arriba hasta que las gotas de humedad se convierten en partículas de hielo que rebotan entre sí, creando cargas eléctricas que acaban descargándose en forma de rayos, que calientan y expanden el aire circundante para producir truenos. Solo un 10% de los relámpagos llegan al suelo. El resto, se descarga de nube en nube.

¿Qué consecuencias tendrá el cambio climático?

No está claro si estas pautas se mantendrán a medida que el cambio climático distorsione los patrones meteorológicos.

Dado que el aire caliente puede retener más humedad, es probable que un planeta caliente produzca un tiempo más lluvioso cuando se produzcan tormentas.

Escrito por: Dell’Arciprete, Javier