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MEDIO AMBIENTE

¿Cómo ayudan las peluquerías a limpiar derrames petroleros?

Los derrames de hidrocarburos son uno de los tantos desórdenes ecológicos que el humano genera. Las consecuencias son de lo más variadas: contaminación de la tierra, intoxicación de la fauna, efectos contraproducentes a los ciclos naturales de la flora y daños a las poblaciones e individuos cercanos al desastre.

Cuando ocurren estos derrames -refiriendo a los ocurridos en altamar-, las medidas usualmente aplicadas son la contención del crudo utilizando barreras flotantes (puesto que el petróleo flota sobre el agua) y, posteriormente, la recolección o absorción del mismo con algún tipo de material.

Llegados a este punto, vale preguntar: ¿En qué momento una peluquería puede ayudar en estas problemáticas?

A lo largo de los años, se han desarrollado múltiples materiales para absorber o recolectar el petróleo derramado. No obstante, hay uno que consideramos un desecho, pero es perfecto para esta tarea: el pelo.

Estas fibras, constituidas principalmente por queratina, son hidrofóbicas (no se mezclan con el agua) y oleofílicas (se mezclan y absorben con oleos y aceites). Estas características lo hacen un material óptimo para estas labores de limpieza.

Esta aplicación se adjudica a Philip McCrory, un peluquero estadounidense que, en 1989, observó por televisión el derrame de Exxon Valdez, ocurrido en Alaska. Entre las imágenes del desastre, hubo una que le llamó la atención: una nutria completamente llena de petróleo. Tiempo después, se le ocurrió que si el pelo de un animal podía absorber petróleo, ¿por qué no lo haría el pelo humano? Luego de experimentarlo (poniendo los propios desechos que generaba en su peluquería dentro de una media) y confirmar su teoría, laboratorios tales como los de la NASA investigaron el caso y avalaron el uso de cabello para contener y absorber derrames de hidrocarburos.

A partir de este hecho, distintas organizaciones realizan colectas de cabello, motivando a las peluquerías a donar sus desechos, y con estos realizar barreras flotantes.

A pesar de esta importante aplicación de un aparente desecho, es importante aclarar que no siempre es útil: cada derrame de petróleo es especial y se resuelve de una manera distinta, por lo que no siempre es aplicable este método.

Por supuesto que la implementación de nuevos métodos más efectivos de limpieza es un factor positivo dentro de la problemática en cuestión. Sin embargo, no hay que pasar por alto lo que ocurre antes de este tipo de accidentes. ¿Cómo podemos evitar, o por lo menos, disminuir los derrames petroleros? Si bien es una pregunta que tal vez excede la acción social directa, no es un punto que debe dejarse de lado.

Escrito por: Dorsch, Santiago