La situación del Correo Argentino se encuentra en el centro de un controvertido debate político y económico, que involucra decisiones sobre la reducción de personal, el cierre de oficinas y posibles privatizaciones. En un escenario donde confluyen actores políticos de diferentes vertientes, las medidas de ajuste están generando tensiones y reacciones diversas.
Camilo Baldini, alineado con La Cámpora, es quien sigue al frente del Correo Argentino. Esta continuidad se da en un marco donde, a pesar del rechazo del Congreso, Milei busca privatizar la empresa. El recorte de personal es una de las acciones más visibles, con 4.270 empleados despedidos o retirados voluntariamente, de una plantilla inicial de 16.858. Este proceso es parte de un plan más amplio, que apunta a reducir aún más el personal.
Este último tiempo, se escuchó acerca de una “alianza” con un fin común a la causa de reducción de personal para esta empresa. La coordinación entre Baldini y Alberto Carlos Cejas, líder del sindicato FOECYT, ha sido clave para implementar estos recortes. Aunque Cejas ha expresado oposición a los despidos, ha aceptado los retiros voluntarios, argumentando que no afectan a la operatividad de la empresa. Esta colaboración inesperada revela un pragmatismo sindical que, según algunos, podría tener motivaciones personales, como las designaciones de su hija y una asesora del sindicato en el Correo Argentino.
La relación entre el sindicato y la gestión del Correo ha sido tensa, con acusaciones de despidos motivados por afinidades políticas y no por competencias laborales. La Justicia también se ha visto involucrada, con una acción de amparo promovida por Fernando Gray, intendente de Esteban Echeverría, para detener los despidos y cierres de sucursales. Esta acción busca
mantener la estructura y el personal del Correo Argentino tal como estaba en diciembre de 2023.
Algo que quizás muchos no saben es que el Correo Argentino, históricamente deficitario desde 2008, registró un déficit de $112.000 millones en 2023, proyectándose uno de $224.000 millones (es decir, el doble que el año anterior) para 2024. La nueva gestión propone un modelo operativo que incluye la creación de 5.000 «Puntos de Correo» en comercios locales, con el objetivo de reducir costos y aumentar la rentabilidad. El plan implica reducir el número de oficinas de 1.452 a 500 y el personal a 9.500 empleados.
Otra cuestión que fue bastante nombrada en estos tiempos es que la posibilidad de privatizar el Correo Argentino sigue siendo un tema controvertido, debido a que esto podría beneficiar a empresas privadas como Andreani, OCASA y OCA, que ya tienen presencia en el sector y podrían capitalizar cualquier reducción de la participación estatal. La empresa, que fue concesionada por el Grupo Macri entre 1997 y 2003, enfrenta actualmente una disputa legal con el Estado.
Como conclusión, la situación en el Correo Argentino refleja las complejidades de la política y la economía en el manejo de empresas estatales. Las medidas de ajuste, el debate sobre la privatización y las reacciones sindicales y judiciales configuran un escenario dinámico y lleno de incertidumbres. La necesidad de equilibrar eficiencia económica y responsabilidad social seguirá siendo un desafío central para cualquier administración que maneje el futuro de esta empresa pública.
Escrito por: Chervo Genaro