
Ariel Lijo, aquel impoluto juez federal, que pisa fuerte en Comodoro Py.
Trabajó en causas de fuerte repercusión pública, algunas de las cuales involucraron a figuras como Carlos Menem, CFK, Boudou en el caso Ciccone, investigó en la causa AMIA, y fue partícipe en el caso Grupo Macri- Correo Argentino, entre otros.
El expediente del juez Ariel Lijo se asemeja más a un historial delictivo que a un currículum destacado. Durante sus dos décadas como juez federal, ha estado involucrado en acciones que van en contra de la ética judicial: persecución política, manipulación de causas sensibles, denuncias por su patrimonio, y conexiones con servicios de inteligencia. ¡Qué ejemplar historial!
A pesar de su cuestionable trayectoria, Javier Milei lo propone como candidato para integrar la Corte Suprema.
A lo largo de su carrera, Lijo formó parte de una renovación judicial que resultó ser problemática y se adaptó a las prácticas cuestionables de Comodoro Py.
Durante dos décadas, el juez ha consolidado su posición como uno de los jueces más respetados entre sus colegas, siendo el responsable de la Asociación de Jueces Federales (AJUFE), entidad asociada múltiples veces a casos de persecución política.
El candidato tiene una estrecha relación con Ricardo Lorenzetti, a quien se señala como impulsor de su posible nominación por parte de Javier Milei. Esta elección tendría sentido, debido a las tensiones entre Milei y Horacio Rosatti, presidente actual de la Corte Suprema y crítico de la dolarización. La rivalidad pública entre Rosatti y Lorenzetti es bien conocida, y parece que Lorenzetti sigue la estrategia de «los enemigos de mi enemigo son mis amigos», siendo su objetivo recuperar la presidencia del tribunal.
Si logra incorporar a Lijo a la Corte, aseguraría un voto clave para sus aspiraciones.
No está de más decir que el juez Lijo fue quien se quedó por sorteo con las dos causas contra Milei por su viaje a España. ¿Casualidad o causalidad?
Otras conocidas fueron las denuncias de Jorge Lanata, quien demandó a Milei penalmente por el delito de injurias y civilmente por reparación, que otra vez por sorteo cayó en el juzgado de Lijo.
Qué cargados están los dados.
Se da lugar a las dudas, y situaciones familiares recobran memoria en el ámbito de la política y la Justicia. ¿Te acordás cómo los casos que eran de interés para los Kirchner terminaban «casualmente» en manos del juez Norberto Oyarbide? Incluso se publicó un artículo en esos años, titulado así: «¿Por qué todas las causas van a parar a Oyarbide?»
Lo mismo sucede ahora. ¿Será Lijo el reemplazo de Oyarbide?
Qué corruptibles se vuelven cuando van escalando.
Aún así, el juez recibió el respaldo de la Asociación Mundial de Juristas (AMJ), quienes lo definieron como un magistrado «preparado, serio y que puede contribuir a la seriedad jurídica del país».
¡Menos mal que es así! Imaginate si fuera todo lo contrario.
Queda ahora la decisión por el sí o por el no, en manos del Honorable Senado de la Nación.
Escrito por: Ugartemendia Maite