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Argentina y su participación en el G-7, un dilema resuelto a última hora

Este 13 de junio, se llevó a cabo en la ciudad de Fasano, Italia, la cumbre número 50° del G-7. El Grupo de los Siete es un grupo de presión gubernamental conformado por Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Italia, Francia, Japón y

Alemania. Estos 7 Estados, en su conjunto, representan una gran parte de las economías más industrializadas del mundo, y tienen como objetivo coordinar las finanzas, la economía, el empleo, la seguridad, la política comercial de todo el globo.

En la cumbre del presente año, se ha invitado al presidente argentino, Javier Milei, que no fue el único externo al grupo; también se invitó al Papa Francisco, Lula Da Silva (presidente de Brasil), Zelensky (presidente de Ucrania), Modi (primer ministro de India), como también a otros jefes de Estado de África y Medio Oriente, como los de Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Argelia y Mauritania.

¿Por qué Argentina estuvo a punto de no participar?

La agenda presidencial de Javier Milei este último tiempo estuvo en dilema de asistir a la 50° cumbre del G-7 por distintos motivos. Entre ellos, podemos destacar la crisis socioeconómica que sufre la Nación, otros eventos que el presidente había organizado previamente y la fuerte opinión de la oposición.

Inicialmente, el mandatario de nuestro país no tenía en sus planes viajar a Italia con fin de participar en las reuniones del G-7, pero luego de darle un pensamiento más profundo y entender lo importante que era para la Argentina semejante privilegio, cambió su agenda para poder asistir a la cumbre completa, del 13 de junio al 15 del mismo mes.

En el último tiempo, se ha notado tanto al interior del Gobierno como del país distintos disturbios, y cuando estos se daban, Javier Milei no se encontraba en Argentina. Sin embargo, estaba llevando a cabo múltiples reuniones de alta

importancia para el bienestar del país, para pacificar las problemáticas. Esto dejó de qué hablar a la oposición, que sin cesar repite que la estructura del Gobierno se va a  desplomar en cualquier momento, y aún más sin un jefe de Estado presente.

Esto ha sido lo que detuvo, en parte, al presidente de la República Argentina a asistir a la 50° cumbre del Grupo de los Siete. No obstante, la decisión de formar parte del conjunto de reuniones con dirigentes de todo el mundo, con el fin de

 

abordar distintos obstáculos que hoy se dan en el escenario internacional, será fructífera no solo para el Milei, sino también para dejar posicionado a Argentina como un país que se interesa por resolver los distintos enigmas que atraviesa hoy el mundo. Algunos de esos temas son: la guerra entre Israel y el grupo terrorista

Hamas, el cambio climático, el incremento de la capacidad industrial de China, entre otros.

Otro factor que hacía dudar de la presencia del dirigente de la Libertad Avanza es justamente la crisis socioeconómica que vive en carne propia la Argentina. No es algo insólito que el país esté atravesando un momento complicado pero, particularmente el actual, es una situación negativa que va acumulando resultados

perjudiciales para la población desde hace más de 5 años, incrementando no solo la inflación, sino que, con ella, la pobreza e indigencia. Cabe destacar que desde la

llegada de Javier Milei al poder, se ha llevado a cabo un plan de ajuste, en el cual la inflación, durante los primeros meses de su gestión, fue muy alta, pero gradualmente fue bajando. Por ejemplo, la inflación del pasado mes de mayo fue del  4,2%, la más baja desde enero de 2022.

Hoy en día, con el 50% de la Argentina bajo la línea de pobreza, parecía un tanto incoherente que el presidente ya vaya por el séptimo viaje en seis meses de mandato. De todos modos, los seis viajes realizados por Javier son por su deber y compromiso como presidente de la República Argentina, además de tener el objetivo  de mejorar el país y su imagen en el ámbito internacional.

¿Y cuáles serían los beneficios de la participación del presidente en el G-7?

No quedan dudas de que la participación del jefe de Estado a la 50° Cumbre del Grupo de los Siete va a demostrar la ideología argentina del momento y que el país se encuentra en un duro proceso de cambio, con el fin de poder devolverle a la

República Argentina el privilegiado reconocimiento que gozó en el pasado.

Con las bajas tasas de inflación y devaluación que se han alcanzado, se podría ver a Argentina como un Estado que busca posicionarse estratégicamente para atraer

inversiones, generando puestos de trabajo y bajando paralelamente la tasa de desempleo. Esta cumbre es un incentivo para que se lleven a cabo reuniones bilaterales del presidente con otros jefes de otras partes del mundo, consolidando los lazos y relaciones internacionales gubernamentales, soluciones para las problemáticas que sufre nuestro país y nuevos avances científico-tecnológicos para poder desarrollar cada vez más la industria nacional.

En conclusión, las reuniones de carácter interestatal siempre, a mi criterio, por lo menos, van a ser favorables para el desarrollo del país, por lo que, mientras se dé la posibilidad de encuentro del presidente Milei con otros jefes de Estado de democracias libres, van a ser bienvenidas, ya que es necesario fortalecer los vínculos y establecer nuevos dentro de la comunidad internacional.

Escrito por: Picchi Juanita