El pasado 10 de diciembre, Alberto Fernández le entregó el mando presidencial a Javier Milei. Este último ha sido destacado en múltiples ocasiones por variadas causas, pero hace un mes que quienes no paran de ser tendencia son Alberto y la ex primera dama, Fabiola Yáñez. Hace un tiempo se han viralizado fotos de Fabiola en las que presentaba varios hematomas en distintas partes del cuerpo, los cuales ella dice que el causante fue Alberto. Por lo tanto, podríamos decir que nuestro ex-presidente es una persona que ha llevado a cabo actos de violencia de género, algo que él ha repudiado en todo su trayecto presidencial y electoral.
La Ley N° 26.485, que se llama “Ley de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales”, explica los distintos tipos de violencia y cómo puede darse. Además, expresa justamente que la mujer tiene derecho a vivir una vida sin discriminación y violencia; que se le debe respetar su dignidad; que se deben preservar sus derechos a la salud, educación y seguridad personal.
Podemos determinar, a partir de las imágenes y audios difundidos, que el ámbito en el que esta relación se daba no era uno que preservara todo lo que la Ley N° 26.485 promueve, ni todo lo que Alberto Fernández decía en su discurso político. Al salir este material a la luz, se hizo pública también la demanda de Fabiola y que un juicio se llevará a cabo para hacer justicia respecto a la situación de violencia.
Hace unos días, se ha determinado en un juicio que un 30% de la jubilación de privilegio que recibe Alberto será destinada para el hijo que la pareja tuvo en su momento. Aunque para la perspectiva de muchos se le debería quitar la jubilación de privilegio al ex-presidente, ya que se considera manchar los valores de la República Argentina brindarle una jubilación de privilegio a alguien que ha maltratado a su mujer, y no únicamente de manera física, también psicológicamente.
El monto de la jubilación de privilegio es una aberración: son unos 10 millones de pesos. Sabiendo que la mitad del país es pobre, no creo que sea justo que un ex-mandatario reciba ese monto mensualmente siendo este capaz de seguir ejerciendo otra labor y aportar a nuestro país. En este momento, Alberto decide residir en España, donde pidió que se lleven a cabo distintas partes del juicio, como las pericias de celulares, pero los jueces que lideran la causa han denegado esta petición, expresando que las pericias se van a realizar en territorio nacional para asegurar la integridad de la evidencia y así evitar cualquier manipulación de la misma.
En los celulares donde se están realizando las pericias, se han encontrado imágenes de Fabiola golpeada, que ella asegura haberlas mandado para pedir ayuda al Ministerio de la Mujer y que este se negó a brindarle apoyo, como lo indica el plan que es expresado en la Ley 26.485. Estas golpizas no serían la única evidencia de violencia por parte de Alberto, ya que también se han difundido audios de él gritando e insultando, lo cual demuestra que no era un ambiente muy sano el de la quinta de Olivos.
Creo que todos los argentinos deberíamos repudiar este acto de violencia, dejando de lado cualquier ideología política, porque la violencia hacia cualquier persona es algo que no debería promoverse. Tampoco considero ético que esta persona siga obteniendo dinero de nuestro país luego de la evidencia clara que hay del tipo de persona que es. Podríamos decir que no fue únicamente un mal presidente por la manera en la que llevó a cabo su gestión en el país, sino también creo firmemente que no ha sido un buen presidente por haber lastimado a una mujer, de todas las maneras en las que lo haya hecho y de haber llevado gente al despacho presidencial a hacer cosas que estaban por fuera de su labor presidencial.
Escrito por: Picchi, Juanita